Como quien entra en un cuerpo indefenso, con fuerza, con rabia, con deseo... así quiero entrar en este diario abigarrado, no tanto para dar de que hablar, sino para hablar, pues si llegara a violar a alguien, no dejaría a mi víctima por ahí, corriendo el riesgo de que me delate; acabaría con cada parte de su ser, entraría tan fuerte que la dejaría hecha trizas, y un afilado cuchillo sería mi compañero de fechorías... primero arrancaría su ropa, y después haría rayitas: primero en el pecho, después en el vientre,y deslizaría el cuchillo por sus piernas, para que sintiera el frío, el miedo, el miedo que es frío. Y para acabar con ese miedo frío, lo introduciría en ese paraíso que hay entre ellas, con un solo empujón, seco, cálido. Ella emitiría un grito sordo, le daría el mayor placer de su vida, y en el punto máximo de éste placer, sería su muerte. Desaparecería todo rastro de ella, para que quede solo como imágenes y palabras en mi mente, para no dar de que hablar, sino para hablar.
10.04.2009
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Uy, violento, violado. Bienvenida a Blogger. Estaré paseándome por acá.
ResponderEliminarCuando quiera, por aqui a la orden.
ResponderEliminar¿Ese "cuando quiera, por aquí a la orden" implica que tienes planeado apuñalar a Julio en los genitales? Si la respuesta es sí, te debería yo un favor.
ResponderEliminarBienvenida a Blogger.
No Lucas, acordate que Hombre con Hombre, Mujer con Mujer. pero si querés te presto el cuchillo. Gracias por la bienvenida.
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